jueves, 20 de noviembre de 2014

“El doblaje es un mundo invisible, un mundo que la gente no conoce”

Gabriel Fiallegas / Actor de doblaje 
 Ander García 

El interés de Gabriel Fiallegas por el mundo del doblaje comenzó cuando era pequeño e iba a clase de teatro en su escuela. Años después decidió lanzarse a estudiar doblaje en la escuela IMVAL de Deusto. Y según el mismo cuenta, no quiso seguir por el camino del teatro porque el doblaje “combina el actuar sin que me vean la cara, que soy feo”.

P: ¿Qué le llevó a querer ser actor de doblaje?

R: Imagino que por toda la infancia, me críe con un montón de series de dibujos animados, que son las que más se doblan. Pues, todas estas series: Doraemon, Shin Chan, Digimon… un poco lo que me tocó en mi día, que a cada uno le tocan unas. Cuando empecé a escuchar esas voces y a verlas en diferentes sitios me llevó a pensar: “¿qué hay aquí?”, como un niño de cuatro años que no tiene ni idea de que las cosas se doblan. A esa edad yo creía que las cosas se hacían directamente en castellano, hasta que un día se me encendió la bombilla viendo la televisión cuando salió Tom Hanks, y bueno a Tom Hanks obviamente le pone la voz normalmente la misma persona y como estaba haciendo una entrevista, le doblaron con esa voz. Entonces dije: “mamá, mamá, no sabía que Tom Hanks hablaba castellano”, y me dijo: “no, no es que también le han doblado ahí”. Esa fue la primera vez que tuve constancia.
También estaba el hecho de que me gustaba actuar, hice teatro un par de añitos en primaria, obligado, pero la verdad es que me gustó mucho y de ahí tirando un poco del hilo se acabó llevando al doblaje. Combina el actuar sin que me vean la cara, que soy feo, dice entre risas.

P: ¿En qué consiste el trabajo de un actor de doblaje? ¿Cómo lo definiría?

R: Un error bastante común es pensar que el doblaje se centra en las traducciones, pero para eso hay que hacer unos estudios diferentes. Al final el trabajo de un doblador es el mismo que el de un actor de cine, televisión o teatro. De hecho, algunos actores de cine son también actores de doblaje. La diferencia es que cuando vemos a un actor de cine lo vemos bastante encasillado, por ejemplo, nunca has visto a Vin Diesel haciendo una comedia romántica. Sin embargo, el doblador tiene que tener todos los registros porque, en un momento puedes estar haciendo una serie de dibujos animados, al momento siguiente una de acción, luego una comedia, luego algo romántico y en todo lo tienes que hacer bien porque sino no cobras. Pero al final es actuar e interpretar como cualquier otro actor.

P: En Europa, los únicos países que doblan las películas son Alemania, España, Francia e Italia frente a los demás que únicamente las subtitulan. ¿Por qué cree se hace esto y qué ventajas le ve?

R: El doblaje te acerca a la producción, al final el tenerlo en tu idioma te proporciona un mayor disfrute, tratarlo como algo propio. El subtitular está bien porque la gente dice que así ve como actúa el actor original, pero, ¿de qué te sirve saber como está actuando si no estas entendiendo nada?. Porque si, un actor puede tener una voz así como bonita, triste o alegre pero al final no entiendes la entonación, no sabes lo que esta diciendo, asique a menos que entiendas el idioma, ver una original con subtítulos no es lo más idóneo para mi.

P: ¿Cree usted que los actores de doblaje tienen el reconocimiento suficiente por acercar las películas a todos lo públicos?

R: Reconocimiento tienen poco, eso hay que dejarlo claro desde ya, en otros países si que lo tienen más, en Estados Unidos o Japón, un poco donde se crean todas esas series de dibujos animados, ya que por mucho que la gente crea no vienen con voz. En este país no, es una profesión muy anónima, como decía mi profesor en su día: “si se habla del doblaje es para hablar mal y mientras no se hable es que todo va bien”.

P: ¿Cómo se trabaja dentro de un estudio de grabación?

R: Tu llegas allí, no sabes lo que vas a hacer, puedes estar allí por ejemplo de una a tres y todo el tiempo es hacer, hacer, hacer… y cada vez que hagas te vas llevando dinero. Por cada ’take’, que pueden ser unas fracciones de unos 40 segundos o un minuto, a veces también se hace por líneas (unas 15). En un mismo día se graban diferentes series o películas pero te lo agrupan por personajes, por aquello de que no tengas que andar saltando tanto y hay algunos directores un poco más majos que te dejan las cosas más difíciles para el final, para que no te rompas la voz. En si es eso, llegas allí, grabas con unas direcciones que te da el director, el técnico te dice si todo ha ido bien y lo único que te piden es mucha velocidad. Esa es una de las razones de porque algunas veces un doblaje no queda bien, porque no nos dejan repetir.

P: ¿Cuál es la fase que más le gusta del trabajo en el estudio?

R: Lo que más me gusta de hacer esto es la diversidad, porque siempre haces cosas diferentes. Al final siempre va a haber cosas que no te gusten, papeles más difíciles o documentales que pueden ser más aburridos. Pero bueno, lo que me gusta es eso de no estar tan encasillado como pueda estar un actor que se tira dos años haciendo lo mismo.

P: ¿Para hacer diferentes voces os enseñan algún tipo de mecanismo?

R: Eso es una especie de mito que viene de que a los cantantes les dicen que canten con el diafragma, pues mira, yo no hablo con el diafragma, no se ni lo que es el diafragma. También existe otro mito, ya que estamos hablando de eso, y es que el doblador tiene que poner voces, al doblador se le coge por su voz y cambiar voces es solo en aspectos muy concretos. Si eres un señor de 40 años y te dicen que hagas de vieja, que le paso a alguien que conozco, a Antón Palomar, quien estuvo haciendo “Ángela Anaconda” una serie de Nicklodeon y ahí si que tienes que hacer un poco de modelaje, pero generalmente si tienes que doblar a actores usas tu voz. En general, es tirar de tu voz y ya está, porque eso es lo que vale.

P: ¿Quiénes son en su opinión los mejores actores de doblaje?

R: Complicado, o primero decirte que en España tenemos unos de los mejores actores de doblaje del mundo porque en otros países como puede ser Estado Unidos, que no quiero decir que sean malos, hay alguno que está trabajando y quizá no se lo mereciera tanto como parece, por el volumen de trabajo que maneja. Aquí si tenemos mucha calidad y es una cosa que no se aprecia, pero hay muchísima gente buena, lo que pasa es que el doblaje es un mundo invisible, un mundo que la gente no conoce. Incluso dentro de los que estamos allí que conozcamos nombres es difícil, te podría dar nombre pero lo que le da popularidad a una película es el nombre del invitado especial. Hay una película, por ejemplo, que se estrenó hace poco, que se llamaba “Las Aventuras de Tadeo Jones” y el gancho de esa película era que dos personajes principales eran interpretados por Michelle Jenner y José Mota, pero al que hacia de Tadeo no se le mencionaba por ninguna parte, que era Oscar Barberán. Y lo mismo pasa con la película que van a estrena ahora de Doraemon, que a Nobita y Shisuka de mayores les hace Mario Vaquerizo y Alaska, pero todos los personajes jóvenes, que se doblan aquí en Vizcaya y que son dobladores vascos, no se les menciona por ninguna parte. Entre ellos está Antón Palomar haciendo de Shuneo y bastantes más, todos son bastante buenos.



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