Los bilbaínos Gerente publicarán nuevo material producido por Aingeru
Malaxetxebarria
Uriel Gartzia
Hay
quien asegura que lo que ocurre en el estudio de Larraskitu es mágico. La
historia se repite una y otra vez: el músico entra en “la cueva” casi pudiendo
escuchar las canciones producidas en su cabeza. Pobre ingenuo. En manos de Aingeru
Malaxetxebarria las canciones se transforman, se vuelven orgánicas y
cobran una nueva dimensión.
El
turno es ahora para los bilbaínos Gerente, que
han decidido grabar su nuevo arsenal de canciones pop bajo el manto del
productor madrileño (aunque de familia evidentemente vasca). A pesar de que sus
anteriores trabajos giran en torno a otros estilos, esto no le supone ningún
obstáculo ya que “cada producción tiene necesidades distintas” y él se va
“dejando llevar por ellas”. Eso le gusta. “Cada banda tiene su personalidad y
lo único que pretendo es potenciarla”, afirma.
Y
vaya si lo hace. Tal es el sello que imprime Aingeru a sus producciones que muchos
grupos y periodistas locales hablan de una nueva escena musical en Bilbao: el Larraskitu
Sound. La sensación es que grupos tan dispares y variopintos como Yellow Big Machine, Olimpic, Nylon, Zodiacs, Educados, Jesucrista, Niebla, Sorkun o Collider guardan
una extraña esencia común en su sonido de estudio. “En mi opinión no hemos
creado una escena nueva. De hecho yo no creo en escenas ni nada parecido, soy
ateo”, aclara con su particular sentido del humor.
1998.
Dieciseis años lleva imprimiendo su particular sonido en las canciones de
innumerables bandas. Y como casi siempre, los comienzos no son fáciles. “No
disponía de un lugar donde poder trabajar y tenía que grabar a las bandas en
sus locales y mezclar en mi casa, era un estudio móvil”, cuenta con una sonrisa
casi nostálgica. Al tiempo encontró un lugar donde “las producciones empezaron
a ser más complejas y a la vez más fluidas” (…) “Si algo prevalece desde la
primera producción hasta la última, han sido las ganas de mejorar en todo
momento y superar las expectativas de las bandas con respecto a sus canciones.
Grabar y producir es un proceso vital para mí, me gusta ser otro más de la
banda. No me veo dentro de la música si no es de esa manera”.
Existe
un elemento clave, aparte de su creatividad y su imaginario musical, que otorga
a sus obras un matiz verdaderamente genuino. En plena revolución digital, el
productor madrileño está apostando por realizar las mezclas finales de sus
últimos trabajos en analógico. Según él, “el sonido toma vida propia en un
entorno analógico y se vuelve orgánico e incluso, a veces, aleatorio”. Algo
que, por cierto, también le acerca al productor norteamericano Mike Mariconda,
quien masteriza sus trabajos.
Aingeru Malaxetxebarria es un mago
transgresor que, por encima de etiquetas superficiales, ama la música. “Lo que
busco es un espacio sonoro que parta del mismo corazón y vaya directo al
cerebro, rompiendo las normas. La música es un medio en el que las emociones
son completamente moldeables. Busco dar forma a las mismas cuando estoy en el
estudio y dejar registrada esa sensación, esa melodía. Porque la música es eso,
emoción”.
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